Las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) representan un riesgo significativo en el sector de la salud, aumentando la probabilidad de muerte del paciente hasta 11 veces en comparación con aquellos que no contraen una ISQ. Estas infecciones no sólo provocan mayores tasas de morbilidad y mortalidad, sino que también imponen una presión financiera considerable debido a las estancias hospitalarias prolongadas y los costos adicionales incurridos. Aunque se han recomendado varios protocolos para contrarrestar las ISQ, desafíos como el incumplimiento por parte de los pacientes, el aumento de los costos y la resistencia bacteriana a menudo disminuyen su efectividad. Ahora, un nuevo estudio ha demostrado la eficacia de un simple protocolo prequirúrgico de prevención de infecciones para reducir las peligrosas infecciones posquirúrgicas.
En este nuevo estudio, investigadores del Centro Médico de la Universidad Soroka (Beersheba, Israel) evaluaron los resultados de un protocolo diseñado para minimizar las ISQ, en particular las causadas por la bacteria Staphylococcus aureus. Este protocolo incluyó la administración de povidona yodada por vía intranasal y la aplicación de gluconato de clorhexidina (CHG) en la piel antes de la cirugía. El estudio analizó a 688 adultos que se sometieron a una artroplastia de cadera o rodilla, o a una cirugía de columna en el centro médico entre febrero de 2018 y octubre de 2021. Luego, se compararon sus resultados posquirúrgicos con los de los pacientes de 2016 y 2017, antes de la introducción de povidona yodada en el protocolo. El seguimiento se realizó durante 90 días después de la operación para evaluar la eficacia del protocolo.
La implementación de esta intervención antes de la cirugía ayudó a abordar un amplio desafío en la atención médica: alrededor del 30% de la población está colonizada con S. aureus sin presentar síntomas. Sorprendentemente, el protocolo erradicó la bacteria S. aureus en casi el 40 % de los pacientes que eran portadores antes de la cirugía. La importancia de eliminar la S. aureus quedó subrayada por los hallazgos de que su presencia, poco después de la cirugía, triplicó el riesgo de desarrollar ISQ. La introducción de este protocolo condujo a una marcada reducción en la aparición de ISQ graves, destacando su potencial para mejorar significativamente la seguridad del paciente y los resultados en entornos quirúrgicos.
“Nuestro estudio muestra claramente que podemos prevenir infecciones del sitio quirúrgico y mantener a los pacientes más seguros mediante el uso de una simple aplicación nasal prequirúrgica de povidona yodada en combinación con baños estándar de CHG”, dijo la Dra. Lisa Saidel-Odes, especialista en Enfermedades Infecciosas en el Centro Médico de la Universidad de Soroka. “Observamos que el protocolo es más eficaz en casos con poca presencia de S. aureus y sugerimos que podría ser necesaria una aplicación adicional de povidona yodada en pacientes con mayor colonización nasal”.
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Centro Médico de la Universidad de Soroka